Desde hace unos años, millones de personas han descubierto el mundo de la fotografía gracias a las cámaras digitales. Algunos de estos millones de fotógrafos querrían hacer que sus fotos fuesen vistas por otras personas pero no saben por dónde empezar.

La primera idea que suele pasar por la cabeza es montar una web, pero normalmente se carece de suficiente infraestructura publicitaria o una forma sencilla de implementar un sistema de pagos. Pero eso es secundario, el mayor de los problemas es hacer que la gente llegue a esa web y esté dispuesta a pagar por alguna foto.

Otros fotógrafos intentan vender su obra exponiendo sus fotos en servicios más o menos gratuitos como pueden ser Flickr.com o Pbase.com pero corren el riesgo de que sus fotografías sean usadas sin el pago de los derechos de autor.

Lo ideal sería delegar esas labores tan complejas en otras personas o empresas y centrarse en lo que realmente interesa a un fotógrafo, hacer fotos. Afortunadamente, esas empresas ya existen, son los bancos de imágenes o librerías fotográficas.

Hoy en día encontramos una gran cantidad de bancos de imágenes: de stock, de microstock, de temáticas concretas, exclusivos para fotógrafos profesionales, regionales, ... Vimos una descripción de ellos en el artículo sobre microstock, y en la columna de la izquierda tiene unos cuantos.